La equilibriocepción o sentido del equilibrio es uno de los
sentidos fisiológicos. Les permite a humanos y animales caminar sin caerse.
Algunos animales son mejores en esto que los humanos; por ejemplo, los gatos,
que pueden caminar sobre una valla finísima usando su oído interno y cola para
equilibrarse. Los animales evalúan y responden a los desplazamientos del
equilibrio, donde el cuerpo se encuentra en equilibrio con respecto a la
gravitación, la aceleración y otras fuerzas que afectan a su posición y
movimiento. Incluso las medusas se enderezan a sí mismas luego de voltearse de
cabeza. Los primeros órganos del equilibrio evolucionaron entre los peces,
anfibios y reptiles y tenían poco o nada que ver con la audición.
Al interrumpirse el sentido del equilibrio se producen
mareos, desorientación y náuseas. El equilibrio puede verse afectado por la
enfermedad de Ménière, una afección del oído interno de etiología desconocida.
También puede ser afectado temporalmente por movimientos rápidos y vigorosos;
por ejemplo, después de dar vueltas en una calesita.
La mayoría de los astronautas sienten que su sentido del
equilibrio se halla afectado estando en órbita debido a que se encuentran en
una caída libre constante. Esto causa una forma de mareo llamada mareo
espacial.
La equilibriocepción de animales invertebrados es
completamente diferente, y reside en otro órgano llamado estatocisto, que
detecta la posición de pequeñas rocas calcáreas para determinar hacia donde es
“arriba”.
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